ANTONIO GAUDI *
ANTONIO MACHADO
La infancia sevillana de Antonio Machado fue evocada en muchos de sus poemas casi fotográficamente:
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero...«Retrato», Campos de Castilla (CXVII).
Y de nuevo, en un soneto evocando a su padre escribe:
Esta luz de Sevilla... Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho.
La alta frente, la breve mosca, y el bigote lacio.—. Sonetos (IV).
En 1883, el abuelo Antonio, con sesenta y ocho años y el apoyo de Giner de los Ríos y otros colegas krausistas, gana una oposición a la cátedra de Zoografía de Articulaciones Vivientes y Fósiles en la Universidad Central de Madrid. (Sigue leyendo...)
MARI TRINI
AUGUSTE RODIN
MANUEL DE FALLA
Perteneció a una acomodada familia de comerciantes gaditanos y recibió formación musical desde su infancia, tanto piano como solfeo. Continuó sus estudios con varios profesores y, gracias a las amistades familiares, entró en los círculos culturales de la ciudad, particularmente en casa de Salvador Viniegra. Allí, conoció las obras de importantes compositores. Su primera interpretación pública fue con su madre en el recital para piano de Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz de Joseph Haydn. Posteriormente, se trasladó a Madrid, donde continuó su formación en piano con José Tragó y compuso obras para piano y música de cámara. Conoció a Felipe Pedrell, quien fue una notable influencia en su posterior carrera y despertó su interés por el flamenco y el cante jondo. Más tarde, se marchó a París, donde entabló amistad con diversos miembros de la sociedad cultural de la ciudad, como Paul Dukas, Isaac Albéniz, Claude Debussy, Ricardo Viñes (que lo introdujo en Los Apaches), Maurice Ravel, Ígor Stravinski o Joaquín Nin. A su regreso a Madrid en 1914, se estrechó su relación con el matrimonio formado por María Lejá-rraga y Gregorio Martínez Sierra y colaboraron en algunas de sus obras. Tuvo una destacada presencia en la vida cultural y política de la ciudad y creció su popularidad, y trabajó con Serguéi Diáguilev y sus Ballets Rusos. En 1919 se marchó a Granada, donde entabló relación con Antonio de Luna García, Federico García Lorca, Miguel Cerón, Fernando de los Ríos, Hermenegildo Lanz y Manuel Ángeles Ortiz, entre otros, y pudo conocer con mayor profun-didad el flamenco y el cante jondo. En 1939 y finalizada en España la Guerra civil, se trasladó a Argentina, donde vivió hasta su fallecimiento en 1946.
Entre sus obras más célebres se encuentran la pantomima El amor brujo, el ballet El sombre-ro de tres picos, las Siete canciones populares españolas para voz y piano, la Fantasia Bætica para piano y Noches en los jardines de España, todas ellas compuestas al regreso de su estancia en París. Además, compuso la ópera La vida breve, una ópera para marionetas El retablo de Maese Pedro, el Concierto para clave y cinco instrumentos, varias zarzuelas (aunque la única que se representó fue Los amores de la Inés) y varias obras vocales, para piano y música de cámara. Su última obra, Atlántida, la terminó su discípulo Ernesto Halffter y se publicó después de la muerte del compositor.