FRANCISCO UMBRAL

Francisco Alejandro Pérez Martínez, más conocido como  Francisco Umbral (Madrid11 mayo 1932​-Boadilla del Monte28 agosto 2007).
Poetaperiodista,  novelistabiógrafo y ensayista español.
Fruto de la relación entre Alejandro Urrutia, un abogado cordobés padre del poeta Leopoldo de Luis, y su secretaria, Ana María Pérez Martínez,​ nació en el hospital benéfico de la Maternidad, entonces situado en la calle de Mesón de Paredes, en el barrio de Lava- piés, como acreditó la profesora Anna Caballé en su biografía Francisco Umbral. El frío de una vida.​ Su madre residía en Valladolid, pero se desplazó hasta Madrid para dar a luz con el fin de evitar las habladurías, ya que era madre soltera. 

El desapego y distanciamiento de su madre respecto a él habría de marcar su dolorida sensi-bilidad. Pasó sus primeros cinco años en la localidad vallisoletana de Laguna de Duero y fue muy tardíamente escolarizado, según se dice por su mala salud, cuando ya contaba diez años; no terminó la educación general porque ello exigía presentar su partida de nacimiento y desvelar su origen. El niño era sin embargo un lector compulsivo y autodidacta de todo tipo de literatura, y empezó a trabajar a los catorce años como botones en un banco. En Valladolid  comenzó a escribir en la revista Cisne, del SEU, y asistió a lecturas de poemas y conferencias. Emprendió su carrera periodística en 1958 en El Norte de Castilla  promocionado por Miguel Delibes, quien se dio cuenta de su talento para la escritura. Más tarde se traslada a León para trabajar en la emisora La Voz de León y en el diario Proa y colaborar en El Diario de León. Por entonces sus lecturas son sobre todo poesía, en especial Juan Ramón Jiménez y poetas de la generación del 27, pero también Valle-Inclán, Ramón Gómez de la Serna y Pablo Neruda. El 8 de septiembre de 1959 se casó con María España Suárez Garrido, posteriormente fotógrafa de El País, y ambos tuvieron un hijo en 1968, Francisco Pérez Suárez «Pincho», que falleció con tan solo seis años de leucemia, hecho del que nació su libro más lírico, dolido y personal:   Mortal y rosa (1975).​ Eso inculcó en el autor un carac-terístico talante amargo y envarado, absolutamente entregado a la escritura, que le suscitó no pocas polémicas y enemistades. (Sigue leyendo...)