
Paul Joseph Goebbels (Rheydt, 29 octubre 1897-Berlín, 1 mayo 1945) político alemán, ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler,Goebbels era conocido por su talento como orador, su profundo antisemitismo y su respaldo a una discriminación racial cada vez más severa -que, entre otras cosas, acabaría dando lugar al genocidio de los judíos en el llamado Holocausto-. Obtuvo su doctorado en Filología Germánica en la Universidad de Heidelberg en 1921, pero su sueño era ser escritor, algo que expresó muchas veces en su diario personal. Se unió al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) en 1924 y trabajó para Gregor Strasser en el capítulo norte. Fue nombrado Gauleiter (jefe de distrito) de Berlín en 1926, donde comenzó a interesarse en la propaganda como herramienta de promoción del partido y su programa. En 1933, después de que los nazis se consolidaran en el poder, su Ministerio de Propaganda se apoderó rápidamente de la supervisión de los medios de comuni-cación, las artes y la información en el país. Se sintió atraído por los medios de comunicación relativamente nuevos, como la radio y el cine, con fines propagandísticos. Entre los temas de difusión estaban el antisemitismo, enfrentamientos con congregaciones cristianas y, después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, conformación de la moral alemana.
En 1943 presionó a Hitler para introducir medidas destinadas a una «guerra total», como el cierre de los negocios «no esenciales» para el esfuerzo de guerra, el reclutamiento de mujeres en la fuerza laboral y de hombres en ocupaciones previamente exentas en la Wehrmacht. Tras los eventos del 20 de julio de 1944, Hitler lo nombró «plenipotenciario para la guerra total» (Generalbevollmächtigten für den totalen Kriegseinsatz), cargo con el que emprendió medidas, mayoritariamente infructuosas, para aumentar el número de personas disponibles para la Wehrmacht y la producción de armamentos. Pronunció un elocuente discurso sobre la guerra total en el Palacio de los Deportes de Berlín, justo cuando los éxitos iniciales del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial dieron paso a las sucesivas derrotas que condujeron a la caída del régimen. (Sigue leyendo...)
Los 11 principios de la propaganda nazi creados por Goebbels:
1.- Principio de simplificación y del enemigo único:
Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.- Principio del método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.- Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque: “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4.- Principio de la exageración y desfiguración:
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización:
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6.- Principio de orquestación:
“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación:
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud:
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio de la silenciación:
Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión:
Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad:
Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad. (Seguir leyendo...)
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