El apellido Bécquer o Bécker era y es bastante común en Alemania y Flandes. Proviene del oficio de "panadero" (en neerlandés bakker y en alemán bäcker). Hacia 1588 el católico Enrique Bécquer se trasladó con sus hijos Miguel y Adam desde la ciudad alemana de Moers, muy disputada durante la Guerra de los Ochenta Años, hasta Sevilla. Miguel y Adam fueron enterrados junto al altar de Santa Justa y Rufina de la Catedral de Sevilla, finalizado con el patrocinio de esta familia en 1622. Miguel adquirió terrenos de cultivo en Tomares y el cortijo de Troya de Utrera, así como casas en Sevilla. Se casó con Catalina Vants, de origen flamenco, y tuvieron como hijo a Guillermo, que fue caballero veinticuatro de Sevilla (equivalente a concejal). Con Guillermo la familia alcanzó su mayor apogeo económico y sus hijos entraron en órdenes militares o consiguieron tener cargos en la Inquisición.
Los Bécquer perdieron estatus social en el siglo XVIII y en las primeras décadas del XIX. Cuando nació Gustavo en 1836, el patrimonio familiar se había diluido al romperse la cadena de mayorazgos y ya no podían vivir de las rentas.El primer familiar artista fue Juan José Bécquer, grabador activo a finales del siglo.II(Sigue leyendo...).