Empezó a destacar como escritora con algunos relatos que publicó la revista L'ultima moda. Su primera obra de éxito puede considerarse que fue En el azul (1890). Sus primeras obras oscilaban entre la narrativa y la poética. De ellas destaca Paisajes sardos (1896). Tras casarse con Palmiro Madesani, funcionario del Ministerio de Finanzas al que conoció en Cagliari en octubre de 1899, se trasladó a Roma. Tras la publicación de Almas honestas (1895) y de El viejo de la montaña (1900), además de sus colaboraciones en la revista La Sardegna, Piccola rivista y Nuova Antologia, la crítica empezó a interesarse por sus obras. En 1903 publicó Elias Portolu que la consagró como escritora e inició una buena serie de novelas y obras de teatro: Cenizas (1904), La hiedra (1906), Hasta el límite (1911), Colombi e Sparvieri (1912), Cañas al viento (1913), El incendio en el olivar (1918) y El Dios de los vientos (1922).
Su obra fue alabada por Luigi Capuana y Giovanni Verga además de por otros escritores más jóvenes como Enrico Thovez, Pietro Pancrazi y Renato Serra. En Elías Portolu (1903) evocó la Cerdeña decadente de principios del siglo XX; su mundo es poético, pero primitivo y cerrado. La sociedad descrita es arcaica e inmovilista, y sus personajes aparecen dominados por extraños conceptos intransigentes y supersticiosos de la existencia humana, de una moralidad sumamente convencional. (Sigue leyendo...)
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