MUNDANEUM - UNA INTERNET DE CARTÓN


 UNA INTERNET DE CARTÓN

Con el mismo espíritu humanista de la actual Wikipedia como motor, con una inteligente organización y sistematización de la información digna de los mejores robots de búsqueda de la actualidad, el proyecto Mundaneum tenía un gran obstáculo que limitaba su desarrollo: la tecnología de su "hardware". Es que para la base de datos se utilizaban las hoy clásicas fichas de cartón de 3x5 pulgadas almacenadas y clasificadas en enormes ficheros. Y eso demandaba mucho tiempo y espacio.
En el Mundaneum se coleccionaban datos y archivaba todo lo publicado, desde libros, revistas, periódicos, imágenes y hasta panfletos supuestamente sin valor. Pero no se trataba de simplemente de una gran biblioteca más, sino de un poderoso índice para encontrar cualquier cosa en cualquier biblioteca del mundo. Era una verdadera red que enlazaba los puntos de acceso a la información, al conocimiento. Para semejante ingeniería se valía del CDU desarrollado por Otlet que incluso hacía referencia a otros catálogos construyendo mediante vínculos una gigantesca base de datos relacional de tinta y cartón almacenada en muebles de madera.
Para 1914 el Mundaneum ya tenía 11 millones de fichas y en 1934 llego a tener 17 millones. Como el propósito de esta clasificación de la información era posibilitar y optimizar su acceso público, Otlet tenía intenciones de duplicar la base de datos en otros sitios del mundo para descentralizar y facilitar su acceso (hoy le diríamos redundancia de servidores) pero esto nunca se llegó a concretar.
Un enorme equipo de personas redactaron, clasificaron e interrelacio-naron más de 18 millones de fichas, se almacenaban en armarios, formados por pequeños cajones que aún hoy se conservan; cada una de las cuales con información precisa y detallada, al objeto de clasificar y organizar todas las publicaciones de la Historia, de  todos los países y relativas a todas las materias.
Algunos lo consideran un precursor de Internet y de Wikipedia. El mismo Otlet había soñado que algún día, de alguna manera, toda la información que había recogido pudiera estar al alcance de todo el mundo desde la comodidad de sus propios hogares.

En 1928 Otlet encargó al conocido arquitecto Le Corbusier el proyecto de un «Museo Mundial» donde concentrar todo el conocimiento mundial clasificado de acuerdo con su sistema. Estaba previsto levantar el museo en las afueras de Ginebra, al servicio de las asociaciones internacionales que integraban la Sociedad de Naciones, aunque por desgracia nunca pudo llegar a construirse. El programa, muy extenso, incluía un museo, una biblioteca, una universidad, y una residencia de estudiantes, entre otras funciones, y tenía el espíritu de convertirse en un gran centro mundial, científico y educativo, un lugar utópico en el cual convergerían todas las razas y culturas humanas en un régimen de igualdad.
En 1934, las instalaciones del Mundaneum de Bruselas fueron cerradas para liberar el espacio que ocupaban. En la misma época, el filósofo austriaco Otto Neurath, refugiado en Holanda, dirigía un Mundaneum Institute (Instituto Mundaneum) en La Haya, en estrecha colaboración con Paul Otlet. Sin embargo, el proyecto terminó cuando Neurath debió huir a Inglaterra durante la invasión de los Países Bajos. Cuando la Alemania Nazi invadió Bélgica en 1940, el Mundaneum fue reemplazado por una exposición sobre el Tercer Reich, y una parte de sus fondos se perdieron. Las colecciones del Mundaneum fueron desplazadas varias veces a partir de 1941, hasta que fueron instaladas finalmente en el edificio de la independencia de Mons (Valonia) en 1992.

Cecilia O'Byrne, en su tesis sobre los museos en espiral cuadrada de Le Corbusier, citaba las influencias que reconocía el propio Le Corbusier de las pirámides babilónicas y mayas (y de su reinterpretación por Adolf Loos en 1923), de la cúpula y el pórtico de la Basílica de San Pedro, de Sargón, Nínive y Khorsabad en Irak, de Tebas y Karnak en Egipto, de Stonehenge, Santa Sofía de Constantinopla, la Acrópolis de Atenas, Micenas y Versalles e, incluso, de los ilustrados Boullée y Lequeu.
Por otra parte, el arquitecto Juan Rafael de la Cuadra ha señalado el parecido entre el proyecto del Mundaneum y la planta del Monasterio de El Escorial, probablemente debido a la impresión que causó a Le Corbusier la contemplación del monumento en su visita a España en 1928, guiado por el arquitecto Fernando García Mercadal, en un momento en que sus intereses por la arquitectura manierista eran manifiestos, según el teórico de la arquitectura Colin Rowe.

El mundaneum en la actualidad

Luego de muchos años de abandono y olvido, en 1985 se planteó la posibilidad de recrear el Mundaneum como un archivo y museo dedicado a Otlet y su proyecto. Con el tiempo, en 1998, se logró abrir el nuevo Mundaneum en Mons (Valonia). Allí se encuentran los documentos personales de Otlet y La Fontaine, y los archivos de las diversas organizaciones que ellos crearon, junto con otras colecciones importantes de la historia moderna de Bélgica.
Hoy en día, además de presentar un espacio para exposiciones temporales, el edificio de la organización Mundaneum en Mons alberga el centro de archivos de la Federación Valonia Bruselas de Bélgica. La colección de documentos que se conserva en el museo contiene los archivos personales de sus fundadores, libros, tarjetas postales, las tarjetas del Repertorio bibliográfico universal (Répertoire bibliographique universel – RBU), placas fotográficas, los fondos del Museo Internacional de la Prensa y otros documentos clasificados en tres colecciones: pacifismo, anarquismo y feminismo. En junio de 2013, el Repertorio bibliográfico universal fue inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.

El 23 de agosto del 2015 Google celebro el 147 aniversario de Paul Otlet , el co-fundador de la Mundaneum, con un doodle especial.
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