El personaje ha sufrido cambios a través de los años, pero la imagen típica que se tiene de él es la de un apuesto forajido enmascarado y enca-potado, todo vestido de negro que defiende a la gente de funcionarios tiránicos y otros villanos. El Zorro es lo bastante astuto como para no dejarse atrapar por las torpes autoridades, a las cuales se complace en humillar públicamente El Zorro es la identidad secreta de don Diego de la Vega, un aristócrata californiano de Los Ángeles durante la era mexicana (1821-1846), aunque algunas adaptaciones de las películas de la historia del Zorro lo han ubicado durante la época del virreinato por ser las historias más acordes a la era del dominio español. Después su legado pasa a Alejandro Murrieta (en alusión a Joaquín Murrieta), en la película de 1998 La máscara del Zorro, dirigida por Martin Camp-bell, con Antonio Banderas como Murrieta y Anthony Hopkins como Diego de la Vega. El Zorro apareció por primera vez en el cuento La maldición de Capistrano de Johnston McCulley. La maldición de Capistrano se publicó en 1919 en la revista pulp All-Story Weekly.
La historia trata sobre don Diego de la Vega, un joven de la aristocracia novohispana durante el periodo mexicano en California (1821-1846) en las misiones, pueblos (como San Juan Capis-trano) y ranchos de la Alta California, quien junto a su sirviente sordomudo, Bernardo, lucha contra las injusticias cometidas por las autoridades y defender a los oprimidos.
Debido a la demanda del público, Johnston McCulley escribió a partir de 1922 otras sesenta historias adicionales sobre el Zorro. La última, La máscara del Zorro, salió en 1959, cuando ya McCulley había muerto. En esos escritos se hicieron algunos cambios con respecto al persona-je principal y la trama de La maldición de Capistrano. El nombre de don Diego Vega fue alargado a don Diego de la Vega. Se adoptó como traje del Zorro el mismo que usó Douglas Fairbanks en su película. El villano principal continuaba vivo y la identidad secreta del Zorro no había sido descubierta. Aunque todas las historias escritas por McCulley transcurrían en Los Ángeles durante la época del gobierno mexicano (entre 1821 y 1846), la mayoría de adaptaciones posteriores de la historia de El Zorro transcurren durante la dominación española, un ambiente que desvirtúa enormemente la idea romántica de la nobleza hispana que es la esencia del personaje. (Sigue leyendo...)