En sus primeros años se dedicó mucho al periodismo y fue colaborador frecuente en las columnas editoriales de The Lancet. Ejerció en Bristol, pero posteriormente se estableció en Londres y dedicó especial atención al tratamiento de la gota, sobre el que escribió extensamente. A finales de la década de 1880, Granville inventó el vibrador eléctrico, un dispositivo eléctrico portátil diseñado para aliviar los dolores musculares masculinos.
Originalmente fue llamado percusser («percusionista») o «martillo de Granville» y fue endida principalmente a médicos, empezaron a ser usada como tratamiento a la histeria femenina dada su capacidad de llevar a la paciente al «paroxismo histérico». Sin embargo, la publicación de esta teoría ha sido descrita como «un fracaso en el control de calidad académico» por investigadores académicos que, al revisar las fuentes primarias del libro de Maines, «no encontraron evidencia en estas fuentes de que los médicos utilizaran alguna vez vibradores electromecánicos para inducir orgasmos en pacientes femeninas como tratamiento médico». El propio Granville argumentó específicamente que «no debería utilizarse en mujeres histéricas». En su libro de 1883, Vibración nerviosa y excitación como agentes en el trata-miento del trastorno funcional y la enfermedad orgánica, escribió: «Nunca he percutido a una paciente... He evitado, y seguiré evitando, el tratamiento de mujeres mediante percusión, simplemente porque no quiero ser engañado ni contribuir a engañar a otros con los caprichos del estado histérico» (Sigue leyendo...)
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