Nació en Génova, donde estudió con músicos locales. Sus padres fueron Antonio Paganini y Teresa Bocciardo. Empezó a estudiar la mandolina con su padre a los cinco años. A los siete años comenzó a tocar el violín. Hizo su primera aparición pública a los nueve años y realizó una gira por varias ciudades de Lombardía a los trece. No obstante, hasta 1813 no se le consideró un virtuoso del violín. Tuvo como maestros a Giovanni Servetto y Alessandro Rolla. Con dieciséis años era ya conocido, pero no digirió bien el éxito y se emborrachaba continuamente. Una dama desconocida lo salvó de esa vida licenciosa para llevarlo a su villa donde aprendió a tocar la guitarra y el piano.
En 1801 compuso más de veinte obras en las que combina la guitarra con otros instrumentos. De 1805 a 1813 fue director musical en la corte de Elisa Bonaparte, Maria Anna Elisa Bacciocchi, princesa de Lucca y Piombino, y hermana de Napoleón Bonaparte. En 1813 abandonó Lucca y comenzó a hacer giras por Italia, donde su forma de interpretar atrajo la atención de quienes le escuchaban. En 1828 fue a Viena, más tarde a París y en 1831 a Londres. En París conoció al pianista y compositor húngaro Franz Liszt, quien, fascinado por su técnica, desarrolló un correlato al piano inspirado en lo que Paganini había hecho con el violín. En 1833 en la ciudad de París le encargó a Héctor Berlioz un concierto para viola y orquesta; el compositor francés realizó Harold en Italia, pero Paganini nunca la interpretó; al parecer no estuvo conforme con los primeros avances de la composición. Sin embargo, sí asistió al estreno, y se arrepintió de no haber participado como solista. Berlioz narra lo sucedido:
“El concierto terminó y yo estaba exhausto y sudoroso, temblando de excitación todavía, cuando Paganini, seguido por su hijo Aquiles, subió al escenario gesticulando violentamente, había perdido completamente su voz, por la enfermedad que finalmente lo mató, y como nadie podía entender sus gestos, le hizo una seña a su hijo, que subió a una silla, puso el oído en la boca de su padre y escuchó atentamente. Aquiles bajó de la silla y volteando hacia mí, me dijo: Mi padre desea asegurarle, señor, que nunca en su vida ha estado más poderosamente impresionado en un concierto, que lo ha usted conmovido y que, si no se contuviera, se inclinaría ante usted para agradecerle esta música” Paganini renunció a las giras en 1834. (Sigue leyendo...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario