EUSEBIO DE CESAREA *

 "Conocido como el padre de la historia de la Iglesia porque sus escri-tos están entre los primeros relatos de la historia del cristianismo primitivo"

Eusebio de Cesarea (c. 263-30 mayo 339,​proba-blemente en Cesarea de Palestina) conocido como  Eusebius Pamphili (Eusebio Panfilio, o literalmente, ‘Eusebio, amigo de Pánfilo’), fue obispo de Cesarea, exégeta y asimismo conocido como el padre de la historia de la Iglesia porque sus escritos están entre los primeros relatos de la historia del cristianismo primitivo. También recopiló sobre los Juegos Olímpicos.​ Sus contemporáneos también lo denominan Eusebio de Palestina.
Su nombre está unido a una curiosa creencia sobre una supuesta correspondencia entre Jesucristo y Abgaro (rey de Edesa). Eusebio habría encontrado las cartas, e inclusive las copió para su Historia eclesiásticaLa fecha y el lugar exacto de su nacimiento son inciertos y se sabe poco de su juventud. Conoció al presbítero Doroteo en Antioquía y, probablemente, recibió de él instrucción exegética. En el año 296, estando en Palestina, vio a Constantino I, que visitaba la provincia con Diocleciano. Estuvo en Cesarea cuando Agapio era obispo del lugar. Se hizo amigo de Pánfilo, con quien estudió la Biblia, con la ayuda de la Hexapla de Orígenes y de los comentarios compilados por Pánfilo, en la tentativa de escribir una versión crítica del Antiguo Testamento.

En el año 307, Pánfilo fue encarcelado, pero Eusebio continuó el proyecto que con él había comenzado. El resultado fue una apología de Orígenes, terminada por Eusebio después de la muerte de Pánfilo, que fue enviada a los mártires en las minas de Faeno, en Egipto. Parece que, después se retiró hacia Tiro y más tarde hacia Egipto, donde padeció la persecución por primera vez. La acusación de que obtuvo su libertad sacrificando a los dioses paganos parece no tener fundamento. Se vuelve a mencionar a Eusebio como obispo de Cesarea. Sucedió a Agapio, después de 313, aunque no se sabe la fecha exacta. Se sabe poco de los primeros tiempos de su obispado. No obstante, con el inicio de la controversia del arrianismo, toma súbitamente un lugar destacado. Arrio le pidió protección. Según una carta que Eusebio escribió a Alejandro de Alejandría, es evidente que no negó refugio al presbítero exiliado. Cuando el Primer Concilio de Nicea se reunió en el 325, tuvo cierto protagonismo. No era un líder nato, ni tampoco un pensador pro-fundo, pero como hombre bastante instruido el autor y famoso Eusebio, cayó en la gracia del emperador, y acabó por sobresalir entre los más de 300 miembros que se reunieron en el Concilio. Tomó una posición moderada en la controversia, y presentó el símbolo (credo) bautismal de Cesarea que acabó por convertirse en la base del Credo de Nicea. Al final del Concilio, Eusebio suscribió sus decretos. (Sigue leyendo...)



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