Timothy Dexter (22 enero 1747 - 23 octubre 1806) hombre de negocios estadounidense, notable por su excentricidad y sus escritos.
Timothy Dexter nació en Malden (Massachusetts). En su infancia no fue escolarizado y comenzó a trabajar como peón agrícola a los 8 años. A los 16 ya era apren-diz de un peletero. En 1769 se desplaza a Newburyport en el mismo estado, donde inició su carrera mercantil. Su éxito le facilitó el matrimonio con la rica viuda Elizabeth Frothingham, con quien adquirió una gran mansión. Fue considerado muy tonto por sus contem-poráneos, quienes solían darle pésimas indicaciones en forma de consejos con la intención oculta de desacreditarlo y hacerle dilapidar su fortuna. Así, hacia el final de la revolución estadounidense, Dexter se hizo con enormes cantidades de la antigua moneda colonial, totalmente depreciada en aquel entonces. Para cuando las comunicaciones comer-ciales con Inglaterra se restauraron, había amasado una auténtica fortuna. Compró dos barcos y emprendió un negocio de exportación hacia las Indias Occidentales y hacia Europa. Debido a que básicamente era un analfabeta, su sentido comercial se apoyaba especialmente en la intuición y la buena suerte. Así es que cuando alguien le recomendó como una burla enviar un cargamento de Calendatores de camas a las regiones tropicales de las Indias Occidentales, Dexter tuvo suerte, ya que su capitán logró venderlas como cucharones a los productores locales de melaza, causándole gran beneficio. Más adelante, Dexter envió mitones de lana a la misma región, y otra vez tuvo suerte, ya que unos mercaderes asiáticos los adquirieron para exportarlos a Siberia. Su siguiente aventura fue el transporte de carbón a Newcastle, empresa que parecía un fracaso cierto, dado que esa ciudad era justamente una gran productora del mismo. Sus barcos llegaron justo a tiempo para cierta huelga del carbón y los compradores potenciales estaban prácticamente desesperados. También comerció con Biblias, que enviaba hacia las Indias Orientales, y envió gatos callejeros hasta las islas del Caribe, adquiriendo grandes beneficios en la empresa. Azarosamente, hizo gran acopio de barbas de ballena, que terminó vendiendo provechosamente como material para confeccionar corsés. (Sigue leyendo...)
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