Angela Isadora Duncan (San Francisco, 27 mayo 1877 - Niza, 14 septiembre 1927), conocida como Isadora Duncan, bailarina y coreógrafa nacida estadounidense, considerada por muchos como la creadora de la danza contemporánea.
Ella explotó la capacidad de las nuevas tecnologías, al bailar en una nube de seda iluminada por los nuevos sistemas eléctricos de la iluminación teatral. Utilizó los ideales del antiguo arte griego para inspirar formas más naturales de danza. Hizo uso del cuerpo humano como un instrumento de expresión emocional. Su vida y su muerte hicieron de ella una figura mítica de la danza. Hija de un matrimonio infeliz, creció al abrigo del cariño y desarrolló una inclinación temprana hacia el baile. En su autobiografía, titulada Mi vida, escribió: «Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas...». A los once años abandonó la escuela para dedicarse a su pasión y a los diecisiete se dirigió a Nueva York.
Isadora Duncan nació en la ciudad californiana de San Francisco, donde habían llegado sus padres como inmigrantes desde Irlanda. Es la menor de los cuatro hijos del matrimonio formado por Joseph y Dora Duncan: Elizabeth (nacida en 1871) Augustin (1873) y Raymond (1874). Su padre, Joseph Charles Duncan, era un banquero y empresario minero de Sacramento que abandonó la familia cuando Isadora era aún muy pequeña. El divorcio de los padres creó en el hogar de los Duncan una difícil situación de penuria económica, hecho que influyó al parecer en el alejamiento de la familia de la fe católica que habían profesado (Isadora se declaró varias veces durante su vida como «atea convencida»). Su madre, Dora Duncan, era profesora de piano y daba lecciones para sustentar a la familia.1 En 1884 la madre funda una escuela de danza en Oakland, donde por aquella época estaba viviendo con sus cuatro hijos. En esta escuela, Elizabeth pronto se convierte en la maestra principal de danza. Más tarde Raymond también colabora dando clases allí.
A la edad de once años, Isadora Duncan abandonó sus estudios en el colegio y se une a su hermana Elizabeth para trabajar en la escuela de danza con los más pequeños. Predominaban en las lecciones musicales Mozart, Schubert y Schumann, que tuvieron una indiscutible influencia en el posterior desarrollo artístico de Isadora. (Sigue leyendo...)
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