A los dieciséis años ya había fundado un periódico semanal que, al ser menor de edad, puso a nombre de un amigo suyo zapatero. Quiso ser marino, pero su dificultad para entender las matemáticas lo llevó a inclinarse por el derecho. Su gran capacidad de estudio le permitía preparar las materias de todo un año quince días antes de los exámenes. Cursó los estudios en la Universidad de Valencia y durante esos años perteneció a la tuna. Se licenció en 1888, aunque prácticamente no ejerció la carrera de Derecho. Durante el tiempo de estudiante participó en diversas acciones de carácter republicano y anticlerical, como la de reventar los rosarios de la aurora que organizaba el arzobispado. Aunque esto no ha sido comprobado hasta la fecha se dice que ingresó a los veinte años de edad en la masonería el 6 de febrero de 1887 adoptando el nombre simbólico de Danton; habría formado parte de la Logia Unión n.º 14 de Valencia y posteriormente de la Logia Acacia n.º 25. Fue negro literario de Manuel Fernández y González, quien empleaba un número de ellos.
Comienza a implicarse en la vida política de Valencia al asistir a las reuniones que el Partido Republicano Federal organizaba en el casino de las Juventudes Federales. En sus primeras intervenciones en público descubre que está dotado de un tremendo poder de persuasión. Si su pluma es certera, no lo es menos su oratoria, capaz de enardecer al auditorio y entusias-mar a las gentes insuflándoles grandes sueños. (Sigue leyendo...)
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