Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja, más conocido como Francisco de Sandoval y Rojas (Tordesillas, 1553-Valladolid, 17 de mayo de 1625), V marqués de Denia, Sumiller de Corps, Caballerizo mayor y valido de Felipe III (1598-1621), I duque de Lerma (1599), I Conde de Ampudia (1602) y carde-nal (1618).
Fue el hombre más poderoso del reinado de Felipe III. Se hizo inmensamente rico a costa de saber manejar la corrupción, el tráfico de influencias y la venta de cargos públicos. Para dejar constancia de su poder como mecenas de la Villa Ducal de Lerma en Burgos, empleó parte de su fortuna en engrandecerla y embellecerla contratando a los más sobresalientes arquitectos y utilizando los mejores materiales. La mayor parte de sus edificios fueron diseñados por su arquitecto de confianza, el carmelita descalzo fray Alberto de la Madre de Dios, a quien se deben la colegiata y los conventos de la Encarnación, San Blas, Santo Domingo y Santa Teresa, así como la finalización del palacio ducal, que había proyectado Francisco de Mora.
Por su cargo de ministro del rey se convirtió en el hombre más cercano y de mayor confianza del monarca, consiguiendo incluso que éste trasladase desde Madrid la Corte a Valladolid (1601). El duque efectuó una magistral operación inmobiliaria seis meses antes del traslado, comprando propiedades e invirtiendo en su propio beneficio, en lo que moderna-mente se conoce como especulación. Algunas de estas propiedades, como la llamada Huerta de la Ribera, se las vendió años después al rey, pocos meses antes del regreso de la corte a Madrid. Compró también un palacio a Francisco de los Cobos, edificio que vendió al año siguiente también al rey y que fue convertido en palacio real.
El regreso de la corte de Felipe III a Madrid en 1606 se hace también por la influencia y los consejos del duque de Lerma. Los historiadores piensan que este regreso estaba preparado de antemano y que el duque nunca tuvo la intención de abandonar por completo Madrid. Se sabe por los documentos que se conservan que ya en 1603 existen ciertas maniobras y acuerdos entre el alcalde de Madrid y el duque. La influencia de Lerma duró hasta su caída en desgracia en 1618, propiciada por su propio hijo Cristóbal, Duque de Uceda, tras lo que fue esencial-mente sustituido en la corte por el Conde-Duque de Olivares. (Sigue leyendo...)
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